En el entorno laboral actual, es fundamental que las empresas se comprometan con la creación de un ambiente seguro y respetuoso para todos sus colaboradores. Esto implica no solo establecer políticas claras contra el acoso laboral, sexual y otras formas de violencia, sino también proporcionar una sólida base de entendimiento legal y práctico a todos los participantes.

En lo que respecta a la Ley N° 21.643, que “Modifica el Código del Trabajo y otros cuerpos legales, en materia de prevención, investigación y sanción del acoso laboral, sexual o de violencia en el trabajo” conocida como Ley Karin, esta incorpora nuevas definiciones legales y perfecciona las existentes, como son el acoso laboral, el acoso sexual, la violencia en el trabajo ejercida por terceros ajenos a la relación laboral, y la no discriminación, además de incorporar la perspectiva de género en las relaciones laborales de manera explícita en el Art. 2 del Código del Trabajo.
Asimismo, establece procedimientos de investigación, con el objetivo de dar garantías a los y las denunciantes.

Por otra parte, establece la obligatoriedad de las empresas y de los organismos del Estado la elaboración y socialización de un protocolo de prevención del acoso laboral y/o sexual y la violencia en el trabajo.

Esta y otra medidas buscan no solo reconocer el derecho de toda persona a un mundo del trabajo libre de violencia y acoso, incluidos la violencia y el acoso por razón de género, sino que además, generar acciones que permitan a trabajadores y trabajadoras una cultura del trabajo basada en el respeto mutuo y la dignidad del ser humano para prevenir la violencia y el acoso; siguiendo así, las directrices del Convenio 190 de la OIT promulgado en Chile en julio 2023.

En este contexto, es crucial que cada colaborador/a comprenda no solo qué constituye el acoso y la violencia en el trabajo, sino también cómo identificarlo, prevenirlo y manejarlo adecuadamente. La formación en estos temas no solo protege aquellas personas que son parte de las organizaciones y que representan a los grupos de espacial protección, sino que también fortalece la cultura organizacional, promueve las buenas prácticas y aumenta la productividad.